miércoles, 28 de septiembre de 2016
Rivette escribe #5
La serie "Cinéastes de notre temps" conforma uno de esos frescos imprescindibles para cualquier buen cinéfilo que se precie de serlo sin pedantería, una especie de "tratado", a veces riguroso, a veces informal, con el que poder comprender la deriva del Séptimo Arte a lo largo del Siglo XX. Quisquillosos o no, uno de los documentos más sinceros y desgarrados que nos dejó fue la conversación que Jacques Rivette filmó en 1966 entre Jean Renoir y el gran Michel Simon, y que por su complejo trasfondo sintáctico y sus niveles de lectura daría para escribir un sesudo análisis entre la siempre complicada relación entre actor y director. A lo largo de infinitos cafés, copas de guindas flotantes, muchos vinos y algún que otro cigarro, el encuadre se niega a hacer participar a los escuchantes, el propio Rivette y los productores, Labarthe y Janine Bazin, esposa del mítico André; y sin embargo, gracias, creo yo, al excelso montaje de Jean Eustache, se centra indirectamente en las torrenciales menciones honoríficas a las colaboraciones entre ambos, ebrios, nostálgicos, evocadores y agradecidos artistas, más que nada TIRE-AU-FLANC, LA CHIENNE y, sobre todo, BOUDU... Pero la conversación transcurre, el parlamento pertenece durante largo tiempo a Simon (como no podría ser de otra manera, claro) y de alguna manera obliga a Rivette (y luego a Eustache) a "asesinar" la figura de Renoir, olvidarla del tema principal, que ya no es el buenrrollismo entre dos amiguetes, sino la resignada amargura con la que el actor desgrana el injusto trato dispensado por el cine francés a su persona, hasta arrinconarlo miserablemente. Esclarecedora es su defensa a ultranza de Sacha Guitry, el único que verdaderamente creía en Simon como un actor "serio", o el paralelismo entre el París de entreguerras y el cinismo con el que se manejaron algunos (muchos) cineastas para preservar un estatus sin necesidad de señalarse política o ideológicamente. Y no son pocos los que dan en llamar al propio Renoir como "El patrón"... Y no en vano, como el propio Rivette advierte al principio de este excepcional documento, "Se trata del retrato de Michel Simon por Jean Renoir... o quizá sea al revés"...
Saludos.
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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...
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