sábado, 28 de septiembre de 2019
Películas para desengancharse #62
No soy un fan de REBEL WITHOUT A CAUSE, no entiendo de qué va, ni por qué sus personajes hacen lo que hacen y dicen lo que dicen, y menos cómo lo dicen. Por eso la película es un mito, y James Dean también, porque era la primera vez que se veía a gente joven diciendo y haciendo cosas. En lugar de madurar, Nicholas Ray buscaba entrar de lleno en la inmadurez, entenderla, aunque no se entienda. Así que estamos inmersos de pleno en una comisaría donde llega un tipo completamente borracho, una chica histérica con complejo de Electra y un gay declarado y abandonado por su familia, que descarga su rabia disparando a perritos. Ella es una niña, pero quiere ir de chica mala y está enrollada con el macarra de la clase. Él es un inadaptado, cuya familia no para de mudarse y con un innato imán para meterse en problemas, aunque los problemas lo buscan a él. El triángulo amoroso que se desprende de estos tres outsiders es todo lo que ofrece una película más allá de los géneros o los logros cinematográficos, y que quizá sólo pretendía visibilizar esa fracción de la sociedad que no le interesaba a nadie. Yo sigo sin entenderla, y sin engancharme a estos tipos, que entonces eran rockers, aunque se llamaban punks y ahora serían canis ellos y chonis ellas.
Maravillosa e inconsciente, porque está hecha por la cara y no pidió permiso para ser hecha. Y Dean mueve mucho las manos en todas direcciones también...
Saludos.
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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...
2 comentarios:
Con su permiso, imprimo este post para regalárselo a mi mujer quien, a lo largo de nuestro ya largo matrimonio, me habrá dicho esto unas 500 veces.
A mí es que la atmósfera de esta peli me atrapa. Es todo tan... irreal.
Por supuesto, faltaría más...
Personalmente es de esas películas de las que sólo puedo decir que me gustan mucho sin gustarme nada. O al revés, no sé... Es que Nicholas Ray era un tío muy raro ¿eh?...
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