miércoles, 15 de octubre de 2014
Illo, m'alegro en verte
No se preocupen lo más mínimo, la aberración léxica está perfectamente justificada en el caso que nos ocupa hoy, una de las aspirantes a big thing patria para lo que nos resta de temporada. Sin embargo, me resulta complicado atender las plegarias cuando éstas provienen de un santo ya confesado; por mucho que me entusiasme el cine de mi paisano Alberto Rodríguez, LA ISLA MÍNIMA debe considerarse como un trabajo, si bien igualmente brillante que cualquier otro suyo, afectado de una pesada autocomplacencia que debería ir sacudiéndose desde ya, antes de que le sigan regalando los oídos desde el mismo púlpito que aplaude miasmas como los "apellidos vascos".
Ahora bien, la película es una virguería, en lo visual y en lo conceptual (aunque no puedo quitarme de la cabeza cierta serie ambientada en el Delta del Mississippi...); su sentido del ritmo logra mantener el misterio hasta bien entrada la recta final, y su galería de personajes y chascarrillos fenomenalmente localistas le dan una literatura propia que tantísimo echamos en falta en el cine español. Problemas: para no extendernos mucho, que hay varios personajes que se desvanecen de la narración sin que nos hayamos enterado de por qué estaban allí exactamente; que lo del poli con pasado franquista lo hizo más sutilmente Garci en EL CRACK, o que la impresión final sea que... no hay impresión final ¿Qué nos cuenta exactamente el guion? ¿Acaso debiéramos prestar más atención a la situación de encubrimientos y engaños, provenientes del abuso de los patrones sobre los jornaleros? ¿No es en realidad éste el verdadero crimen, y el de las niñas una especie de cortina de humo que no deja ver cosas aún más repugnantes? Todo esto, reconozco, es difícil de conciliar si no se es un maestro del género negro, y tengo mis dudas sobre esto respecto al director sevillano; no así, insisto, en su fragante capacidad de fascinación y búsqueda incesante de imágenes no filmadas antes. Pero claro, también es verdad que el acento que a otros les hace tanta gracia a mí no es que me resulte familiar, sino que es ni más ni menos que mi lengua oficial... y oficiosa.
Ah, y no se olviden de pedir un pan de la casa con jamón y salmorejo en el Bar El Tívoli en Camas. A falta de albures...
Saludos.
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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...
7 comentarios:
El tratamiento del tiempo referencial en los conflictos socioeconómicos de fondo y del espacio en las imágenes son para mí las bazas de esta película. Y el título, el nombre de un islote de la marisma del Bajo Guadalquivir en las inmediaciones de Isla Mayor. Sí, existe. Y la pueden acompañar con arroz de La Fallera, se cultiva aquí y se envasa y comercializa allí: ese es el abuso del fondo.
Y las naranjas... Y... Cuidao, que nos mojamos demasiado...
Acabo de venir de verla:
MI IMPRESIÓN (ATENCIÓN SPOILERS)
El policía franquista torturó a muchas personas (mas de 100) durante la dictadura. Logra calar al rico del pueblo que estaba metido en el tinglado (en la escena de la colonia cara, cuando se huele la mano) y lo deja ir... Porque es como él: ha estado torturando y se va a escapar impunemente.
La película hace un paralemismo relacionado con la memoria histórica de los crímenes del franquismo que se quedaron sin resolver.
Es como yo lo veo y, en ese sentido, me parece un filme brillante, a pesar de los fallos que comentas sobre los personajes que se desvanecen.
La peli en general me ha gustado mucho.
PD. No te preocupes con "No es país para viejos" y "Origen". A mi me encantan, pero para gustos colores, y para eso tenemos blogs, para discutir de lo que nos apasiona :)
Bien visto. Finamente visto. Lo que yo quería decir no es que esa "atípica" distribución de los tiempos sean fallos, sino que Rodríguez peca en exceso de ser anticlimático. Que ya es la leche que yo diga esto, con lo que yo me he metido con los directores españoles que lo fían todo al "clima", a veces exagerado. Será, digo yo, que estamos poco acostumbrados a productos de tanta enjundia. Y pregunto: ¿no hubiese sido ésta una película perfecta para los oscar?...
Con esta película el director también ha conseguido que nos fijemos en su próximo producto que con los tiempos que corren de estrenos de cine americanos flojos para llenar cartelera no está nada mal. Saludos!
Muy de acuerdo, Ángel. Pero en el otro extremo estaría El NIÑO, que no se sirve de un modelo sino que lo plagia descaradamente.
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