viernes, 8 de abril de 2011
Códigos de conducta mancillados
¿Han visto GOHATTO? ¿la de Nagisa Oshima?... Tanto mejor, porque ponerme yo ahora aquí con un batiburrillo de nombres (lo que MÁS me aburre del mundo), dinastías y demás zarandajas es algo que, francamente, prefiero ahorrarme y ahondar únicamente en su perturbadora atmósfera. Porque ¿es GOHATTO un film sobre la homosexualidad? Yo creo que no ¿Se sirve de la homosexualidad para realzar sus motivos argumentales, la mayoría no demasiado claros? Puede, pero tendríamos que ser japoneses para entender esto. GOHATTO (traducido: "tabú") es, eminentemente, una película sobre hombres experimentados y hombres que aún han de hacerse; y esto se podría extrapolar a cualquier ámbito o época, a cualquier otro país, cambiaría la apariencia pero no el fondo. En el Japón feudal las relaciones entre hombres eran algo socialmente aceptado (lo que da una idea de lo gilipollas que somos actualmente) y se atendía antes al rango y honorabilidad que a la tendencia sexual; Oshima factura una película muy bella visualmente pero que tiene una pretensión fundamental, que es no desviarnos la atención e intentar dejar constancia filmada de una época (en este caso el siglo XIX) muy determinada. Interesan menos los vaivenes del joven aspirante a Samurai que seduce a media milicia, como la precisión de una puesta en escena exquisita y deliberadamente teatral, especialmente en el tramo final, que es lo mejor de un film que causó cierto revuelo en el momento de su estreno, precisamente por la cortedad de miras que tenemos el público occidental a la hora de interpretar adecuadamente de qué se nos habla en obras de este tipo. Y no hablo en absoluto de la calidad, GOHATTO ni siquiera es de lo mejor de su autor, sino de saber a qué nos enfrentamos antes para después poder juzgar con conocimiento de causa. Si no la vieron en su momento, pueden rescatarla, bajar la persiana, prepararse un té helado y relajarse durante hora y media con esta delicatessen donde podrán ver, entre otras lindezas, a Takeshi Kitano y a un incipiente Tadanobu Asano.
Saludos prohibidos.
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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...
4 comentarios:
Rara rara rara. Rara incluso dentro de la filmo de Oshima. Tengo que verla de nuevo para hacerme una opinión (rehacérmela) sobre la peli.
Tiene momentos de una belleza sobrecogedora y otros de chabacanería ramplona... Así son los Japos...
Por aquel entonces yo la vi porque salía Takeshi Kitano... y no fue lo que me esperaba, me gustó la mayoría de las escenas y me aburrió en otras. Me quedo con las entrevistas que había en el DVD en que se referían a samurais con "cierta tendencia", me hizo gracia...
Sí, es algo que choca con nuestra anquilosada e hipócrita moral, que no acepta según qué condiciones...
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