lunes, 10 de agosto de 2015
D. W.: El padre del cine #26
En su momento nos marchamos de vacaciones con Griffith... Así que volvemos con él como si no hubiese pasado nada. Ha pasado rápido... pero ha pasado. Igual que pasó el año 1913, ya bastante menos prolífico y en el que se aprecia un mayor gusto por el detalle, como en THE TELEPHONE GIRL AND THE LADY, revisión en clave de suspense del asalto a una señora, cuya llamada de socorro, interceptada por la operadora, hará que ésta, valiéndose de su inteligencia y perspicacia, lleve a la policía directamente al ladrón. A destacar, además del uso de los tiempos, la impresionante cámara frontal, con la que Griffith se sacó de la manga los travellings antes de que ese concepto existiera en el cine.
Abundando en el motivo telefónico, la brutal DEATH'S MARATHON impone por la concisión con la que plantea la caída en desgracia de un hombre por culpa del juego. Tras seducir a su futura esposa, y el nacimiento de un retoño, el ludópata descubre que la vida hogareña no es para él, y pierde todo su dinero en una fatal e interminable partida de cartas. Desesperado, decide pegarse un tiro, pero su conciencia le lleva a hacer una última llamada para despedirse de su mujer e hijo. Sólo queda una posibilidad de salvarlo: mantenerlo como sea en la línea hasta que alguien le localice...
Buenísima...
... Y, saludos...
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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...
1 comentario:
Bienvenido!!!. No le he echado en falta porque he tenido tantísimo trabajo en julio que el ciberespacio ha sobrevivido todo el mes sin mí (y sin problemas).
Vamos a por el nuevo curso, me voy con las entradas de Mad Max, a ver qué se cuenta.
Me las leo con este fondo musical, por cierto: https://www.youtube.com/watch?v=AOqfWj0HqNE
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