jueves, 30 de abril de 2015
Trazo grueso, semblanza perdida
Gran parte de las películas más olvidables del último cine americano ("último" puede significar un lustro, quizá dos o tres) se han ido al traste por la manía, incapacidad, o ambas cosas, de volver una y otra vez, como si no hubiese otro camino, a una puesta en escena de la que se han ofrecido todas las variantes posibles. El thriller, vertiente robos-mafiosos, es quizá el género más expuesto a esta degeneración por culpa de un exceso d confianza en según qué reglas. La película en cuestión es BAD TURN WORSE, un insignificante re-tratado de las constantes que asombraron en los incipientes hermanos Coen, y por aquí quería yo ir, porque también dirigen dos hermanos, pero si es casualidad o causalidad, sería animarse demasiado con un film que no lo merece. Y no, porque aunque la escritura es calmada y con buen trazo, eso es sólo caligrafía de alumno aplicado, y nunca el trabajo decidido de un autor que regenera y redefine en sus imágenes la ortografía que luego debe devenir semántica.
En un rápido trazo, unos niñatos le roban a un matón, que les tiende una trampa para poder robarle al verdadero pez gordo. Desde el principio hasta el final, todo lo hemos visto ya, y con más ideas, y con mejores intérpretes, y mejor fotografía, y mejores diálogos... Pues eso, innecesaria, pero ahí está... Eso sí, uno de los chavales podría haber dado el pego en un biopic sobre un joven Bob Dylan...
Saludos.
Tú lo has dicho: innecesaria.
ResponderEliminarTiene "cosillas", pero muy tímidamente expuestas. A mí me aburrió.
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